La canción de Cádiz

Primer premio de la comparsa de Tino Tovar en el COAC de 2014.

EN PRELIMINARES: Verdades y Críticas Audaces

Una Inicio con Corazón
En las preliminares, la comparsa presentó pasodobles que resonaron profundamente. En su primer pasodoble, enfatizaron la sinceridad y el corazón detrás de su interpretación, afirmando que «las verdades duelen» y que ellos cantan lo que sienten.

El segundo pasodoble se dedicó a Pedro Romero, ofreciendo una sentencia que también era una declaración de intenciones. En la primera letra, expresaron su compromiso con el Carnaval de Cádiz, enfatizando que siempre lo darán todo en el escenario. Además, criticaron a aquellos autores que decidieron actuar fuera del Concurso, resaltando que la canción de Cádiz y la copla de Carnaval están por encima de cualquier autor individual.

Los versos estaban bien construidos y sólidos, como se evidenció en el pasodoble dedicado a Pedro, donde se sacaron a relucir cuestiones delicadas relacionadas con la familia del Carnaval y su conocimiento de la difícil situación del coplero antes de su fallecimiento. También hubo un cuplé humorístico sobre el nombre de la alcaldesa y los caramelos de la cabalgata, que añadieron un toque de humor a la actuación.

En el popurrí, se destacaron algunas cuartetas que parecían menos emocionantes, y se señaló que la animación final con palmas parecía innecesaria y le restaba elegancia al conjunto.

EN CUARTOS: Reflexiones Personales

Una Presentación Cargada de Emociones
En los cuartos de final, la comparsa de Tino Tovar ofreció una presentación que exploraba las inseguridades, deseos y anhelos del autor, todo ello enmarcado en un emocionante contexto. A pesar de la entrega del grupo, se notó un traspiés vocal en el primer pasodoble, lo que generó cierta tensión entre los integrantes. A pesar de estos desafíos, la propuesta de Tovar se mantuvo sólida, aunque el tema de la inspiración se presentaba como un asunto etéreo (se profundizó en esto en el popurrí, explorando sus múltiples facetas y efectos).

Antes de ello, se presentó un pasodoble-historia que abordó la relación entre un padre y un hijo, permitiendo que afloraran sentimientos que a menudo no tienen tiempo para expresarse en tan breve espacio. El segundo pasodoble destacó la lucha por el empleo en Cádiz, contrastando la situación actual de las «ocho criaturas» que ocupan un banquillo con la historia de una ciudad que luchó por el empleo a través de barricadas y tornillos. También hubo espacio para un cuplé relacionado con el libro de Belén Esteban y una autocrítica irónica. La comparsa se burló de su propio autor, señalando que este año es el dios Momo y sugiriendo que, si sigue su ritmo habitual, el dios Momo se quemará el día de los Juanillos. El repertorio fue sólido, aunque la interpretación tuvo cierta disminución en comparación con las preliminares.

SEMIFINALES: Un Desempeño Destacado

Apertura Impactante
En las semifinales, «La Canción de Cádiz» entregó un rendimiento destacado, con una apertura que evocó el milagro de la creación, sumergiéndose en los mares de la taratachá, mientras sus canciones navegaban entre versos y emociones. Sin embargo, a pesar de la excelencia en el escenario, persistía la sensación de que el creador seguía siendo un don nadie.

Pasodobles que Dejan Huella
La presentación de Tino Tovar y su grupo fue poderosa, entrando en el escenario con determinación y enfoque, como leones en busca de su presa. En comparación con los cuartos de final, su actuación fue mucho mejor, destacando tanto en voces como en repertorio.

En el primer pasodoble, abordaron la «nueva Cruzada» de la iglesia y sus seguidores reaccionarios, especialmente en relación con la percepción del cuerpo de la mujer como algo «sagrado», irradiando luz y verdad «entre senos y piernas». También criticaron el fascismo reaccionario, que dice «amar la vida» cuando aún no siente y «ni siente ni padece» cuando «la vida nace».

El segundo pasodoble se centró en la donación de órganos, donde un donante se comunica con su propio corazón, que pronto será trasplantado a otro cuerpo. Expresaron el deseo de que este nuevo portador del corazón no albergue odio y lo ame con toda su fuerza, destacando la humanidad inherente en el acto de donar un órgano.

Los cuplés fueron acertados, y en el análisis de las quinielas para la Final, se mencionó un componente que había tenido un traspiés en el pase anterior. La actuación se caracterizó por su arte y buen gusto, aunque el siguiente cuplé hizo referencia a un atraco en un banco, donde fue la primera vez que dos personas le robaron simultáneamente.

Componentes

• Julio Higinio Aragón Leira
• Francisco Javier Bermúdez Barba «Gordi»
• Francisco Manuel Brull Calle
• Jose Joaquín Carrascosa Ramírez
• David Domínguez Gutiérrez «David Principito»
• Alejandro Espinosa Álvarez «El Torero»
• Francisco Joaquín Fernández Cressi «Sito»
• Miguel Ángel Gómez González «Chamán»
• Manuel Enrique Jiménez Moya
• Hugo Alberto León Tocino
• Rubén Navarro Domínguez
• David Pérez Velázquez
• Juan Luis Sambruno Pellicer
• Carlos Veneroni Coto
• Jose Luis Otero Trechera